En una colonia encontramos tres tipos de diferentes de abejas: la reina, las obreras y los zánganos (son las abejas machos). Las abejas son insectos sumamente sociales, por lo que cada una de estas castas tiene un ciclo vital diferente y solo la reina tiene a su cargo la reproducción de su enjambre. La organización reproductiva de una colonia de abejas y su funcionamiento armónico como entidad biológica resulta fascinante. No te pierdas ningún detalle que te lo explicamos en el artículo de hoy.
Madurez sexual de la abeja
Solamente la reina de una colonia de abejas melíferas es fértil, debido a que es la única hembra que alcanza un desarrollo sexual completo. A diferencia del resto de las obreras infértiles (que poseen aparatos genitales atrofiados), la reina recibe una alimentación especializada desde su desarrollo larvario. El compuesto que diferencia esta hembra del resto de sus congéneres, es la jalea real, la cual contiene una poderosa proteína conocida como royalactina. Los científicos creen que este compuesto químico es el principal responsable de la formación del ovario de las abejas reinas y de su desarrollo en general.
La reina nace a los 16 días, emergiendo con la responsabilidad de crear toda una nueva generación dentro de la colonia (incluidas nuevas reinas, abejas obreras y zánganos). Luego demora entre 7 y 10 días en realizar el vuelo nupcial, para recolectar el esperma de los zánganos. En cuanto a los zánganos, son capaces de fecundar a una reina entre los 12 y 24 días después de su eclosión.
Apareamiento de la abeja
En las colonias se encuentran los enjambres, donde se organizan centenares de abejas obreras a cargo de una única abeja reina. Solo la reina es la responsable de concebir la nueva descendencia del enjambre. El apareamiento tiene lugar generalmente en la estación primaveral y estival.
Una abeja reina virgen se aparea una sola vez en su vida mediante encuentros sexuales que son conocidos como vuelos nupciales o vuelos de fecundación. Durante estos vuelos la abeja reina copula con miles de zánganos de la colmena, acumulando esperma suficiente para todas las puestas que realizará a lo largo de su vida. La vida de una abeja reina puede extenderse hasta los 3 años, siendo mucho más longeva que el resto de las abejas de la colonia.
Para la cópula los zánganos se organizan en turnos. Cada uno se acopla en vuelo a la reina, e introduce los espermatozoides valiéndose de su aparato genital (llamado endófalo). Mientras la reina puede seguir copulando con el resto de los machos y recolectando su esperma. La abeja reina puede apararse con hasta 16 zánganos en los vuelos de fecundación, con estos números consigue almacenar alrededor de 5 millones de espermatozoides en su espermateca.
Una vez que termina la cópula el zángano muere, debido a que el endófalo se separa de su cuerpo y queda unido al de la reina. El desprendimiento del endófalo provoca una abertura en el abdomen del macho que resulta fatal en la mayoría de los casos, aunque algunos pueden llegar a sobrevivir. De cualquier manera el zángano está destinado a morir, ya que en la colmena no lo vuelven a aceptar si ya ha cumplido su función en un vuelo nupcial.
Las abejas obreras por otro lado, no tienen ninguna posibilidad de participar en un vuelo de fecundación como su reina. A pesar de esto en algunos casos son capaces de poner huevos, que al no ser fertilizados en el oviducto terminan siempre siendo machos, aunque de menor tamaño que los que nacen de la reina.
Características reproductivas de la abeja
La espermateca es un órgano del aparato genital de la reina que no solo sirve para recolectar esperma, también ahí es donde se realiza la fertilización de los huevos. Los huevos primero deben pasar desde el ovario hasta el oviducto, y entonces es que la reina debe decidir si serán fertilizados o no.
Los huevos que son fertilizados y por tanto poseen la combinación de un óvulo y un espermatozoide, nacen como abejas obreras. En tanto los huevos no fertilizados que poseen solo la mitad de los cromosomas, resultan ser zánganos (machos). Este sistema de determinación del género es característico de las abejas, pero también de las avispas, las hormigas y algunos tipos de escarabajos.
Incubación de la abeja
Antes de poner los huevos, la reina inspecciona minuciosamente cada celda horizontal (también llamada alvéolo de cera) del área de cría del panal. Luego realiza el desove dentro cada una de ellas, sin distinción entre los huevos que han sido fertilizados (nacerán hembras), y los que no (nacerán machos). Las reinas sí son incubadas en celdas especiales, que son construidas en vertical y con más espacio que la de las obreras.
Los huevos de abeja son extremadamente pequeños, generalmente no superan los 2 milímetros. La abeja reina apenas suele tardar unos segundos en poner un huevo, pero le toma casi un día completo realizar el desove de 2000 huevos. Las reinas jóvenes suelen ser muy organizadas en el proceso de colocación de los huevos dentro de cada celdilla, las más viejas van perdiendo esta capacidad con los años.
Período de incubación de la abeja
Las reinas tienen un tiempo de incubación menor que las obreras, y también que el de los zánganos. Esto significa que las reinas tardan menos en desarrollarse y nacer que el resto de las castas.
Una vez que el huevo ha sido puesto y fecundado, la reina tardará en nacer 16 días, mientras que la obrera necesita 21 días de incubación y el zángano 24.
Tiempo de incubación de la abeja reina: 16 días
Tiempo de incubación de la abeja obrera: 21 días
Tiempo de incubación del zángano: 24 días
Nacimiento y cría de la abeja
Los huevos pasan por varias etapas de desarrollo. La primera que dura apenas 3 días es la más crítica porque se forma dentro del huevo el sistema nervioso y digestivo con que nacerá la larva. Luego de la eclosión comienza la etapa larval o de “cría abierta”. Nace una larva incipiente (carece de antenas, ojos, alas o extremidades), que sigue una dieta exclusiva de jalea real durante otros 3 días.
A partir del séptimo día comienza la etapa de prepupa y pupa. La celdilla es sellada y las larvas podrán consumir polen y miel, además de otros líquidos que extraen las obreras de las plantas que polinizan. Solo la reina es alimentada durante todo su desarrollo exclusivamente con jalea real. A los pocos días de seguir su dieta y permanecer en reposo ocurre la metamorfosis final, donde emergerán las adultas como reina, obreras o zánganos. Llegado a término el tiempo de incubación de la nueva abeja adulta, esta se abrirá camino para lograr salir de su celda sellada.
Una abeja recién nacida tiene un tamaño diminuto y un aspecto blanquecino peludo. Apenas son inofensivas y vuelan torpemente, de manera un poco errática. La reina se diferencia del resto porque su tamaño es significativamente mayor, además tiene una apariencia más estilizada que está determinada por la presencia de ovarios dentro de su aparato reproductor. El aguijón de la reina carece de púa, a diferencia del de las obreras que lo utilizan como medio defensivo.
Una colonia para su supervivencia necesita de un gran número de abejas hembras que se dediquen a buscar fuentes de alimentos y velar por la protección de sus hermanas, por lo que siempre nacerán más obreras que zánganos.
Las funciones de las abejas obreras son repartidas de acuerdo a su edad, de una manera muy eficiente. Solo las que tienen más de 21 días de nacidas pueden salir fuera del panal a realizar tareas de recolección, el resto tienen tareas de interior. Las recién nacidas tienen a su cargo la limpieza de cada panal de cera y de la colmena en general. Luego trabajan como nodrizas alimentando a sus hermanas que se encuentran en el estado larval superior. A partir del sexto día son capaces de alimentar a la reina y a las larvas menores con la jalea real que producen sus glándulas hipofaríngeas. Pasada esta etapa entonces se desempeñan como cereras, produciendo la cera y construyendo los panales. Otras pueden trabajar en el almacenamiento y el cuidado de la colmena. Y sobre los 19 días todas comienzan a realizar ejercicios de vuelo y orientación, que le permitirán estar aptas para ejercer las funciones de exterior.
La abeja real por su parte es capaz de realizar vuelos de reconocimiento con apenas 2 días de nacida. La pérdida temprana de una reina es una catástrofe para la colonia, ya que se crea un caos general y se desequilibran todas sus funciones reproductivas.
Cantidad de crías de la abeja
Una reina puede ser capaz de poner hasta 2000 huevos en un solo día. Las reinas jóvenes son más prolíferas que las de una edad avanzada, las cuales comienzan a poner progresivamente menos huevos hasta que llega su senectud. También la enfermedad de una reina o la fecundación con pocos zánganos durante el vuelo nupcial, puede ser motivo para una merma de su tasa reproductiva.
Reproducción artificial de las abejas
El hombre ha intentado por todos los medios intervenir en el proceso de reproducción natural de las colonias de abejas, esperando optimizar de esta manera su proceso productivo. Con este fin se han creado un gran número de métodos naturales, semi-naturales y artificiales, de reproducción de las colmenas. Uno de los más conocidos es el de división, que se basa como su nombre indica en la partición de una colonia en dos partes iguales. Una de las partes dividas queda desprovista de reina, por lo que las obreras se deben encargar de criar una nueva reina virgen para que regule las actividades de la colmena.