Los pulpos poseen un único período reproductivo durante toda su vida, además de un ciclo vital muy peculiar determinado por las condiciones del hábitat marino. Dentro de las características reproductivas de los pulpos también encontramos diversidad, hay especies de aguas superficiales que tardan solo 2 meses en ver nacer a sus crías, mientras que otras de aguas profundas poseen el período gestacional más largo del reino animal.
Recientemente se ha encontrado en las profundidades marinas de Monterrey, una madre pulpo (de la especie G. boreopacifica) que ha estado incubando sus huevos durante 53 meses, ósea un record de 4 años y medio. El instinto maternal de esta hembra resulta increíble y ha logrado superar con diferencia el período gestacional más largo de los octópodos que se conocía hasta el momento: 14 meses.
Madurez sexual del pulpo
La edad a la que alcanzan la madurez sexual las diferentes especies de pulpo es una medida un poco variable. Hay especies que son capaces de reproducirse desde que cumplen apenas 2 meses, mientras que otras deben esperar a tener al menos 1 año para estar listas para este momento.
Los pulpos hembras y los machos no son diferenciados hasta que alcanzan la madurez sexual y se convierten en adultos. A partir de este momento sí se observa un claro dimorfismo sexual en ambos géneros, siendo destacable la mayor talla de la hembra en casi todas las especies de pulpos.
El aparato genital en los dos sexos también está bien diferenciado. Los machos adultos poseen en su tercer tentáculo derecho el hectocótilo, una prolongación adaptada para almacenar los espermatóforos y fertilizar a la hembra. También son visibles algunas ventosas agrandadas en otros tentáculos del macho, que no aparecen en la morfología de la hembra.
Apareamiento del pulpo
El apareamiento del pulpo también resulta muy singular, de hecho no hay nada común en la reproducción de estos animales. Al igual que sucede con las arañas, los pulpos hembras practican una especie de canibalismo sexual. Los machos se ven superados en tamaño por sus compañeras, por lo que deben tener cuidado durante la cópula de no ser asfixiados y devorados.
Para subsistir al apareamiento los machos han desarrollado algunas estrategias de supervivencia. En algunas especies de pulpo por ejemplo, los machos copulan con el tentáculo que posee el hectocótilo completamente extendido, manteniendo una distancia de seguridad y limitando el contacto corporal al mínimo. Otros son capaces de sacrificar su aparato genital luego de aparearse, con tal de satisfacer a la hembra hambrienta y poder huir de ella a tiempo. Pero lo cierto es que muchas veces los machos no logran escabullirse y son devorados por su compañera sexual.
La cópula del pulpo puede tardar hasta media hora en algunas especies de gran envergadura, en las más pequeñas suele demorar por lo general menos tiempo. Esto se debe entre otras razones, a que el macho debe depositar un volumen de esperma que sea suficiente para fertilizar todos los huevos de la hembra (pueden ser decenas de miles).
Durante el acto sexual el macho utiliza su tentáculo especializado para introducir los espermatozoides en la cloaca de la hembra (que es su cavidad genital). La hembra conserva el saco con los espermatozoides durante un largo período de tiempo que puede ser incluso de meses, hasta que es capaz de producir los huevos suficientes para la puesta.
Los pulpos tienen una naturaleza promiscua y polígama, por lo que una hembra puede copular repetidamente con diferentes parejas sexuales, en un mismo período de tiempo. Debido a esto se da un fenómeno en la especie que se conoce como competencia espermática, donde el esperma de un macho puede ser desplazado por el de otro que ha copulado recientemente con la hembra.
Período de incubación del pulpo
Al igual que sucede con otras especies marinas, el tiempo de incubación del pulpo está determinado por la temperatura ambiental del océano. Hay especies que solo tardan de 1 a 4 meses en incubar todos sus huevos, mientras que otras pueden hacer un maratón de 53 meses hasta que nazcan los pequeños pulpitos. Las especies que pasan mayor tiempo incubándose, nacerán también más fuertes para enfrentar la severidad del hábitat en aguas profundas.
Incubación del pulpo
En el pulpo la fertilización no ocurre en el interior de la hembra, sino en el medio externo. La hembra tras el apareamiento busca un lugar adecuado para realizar la puesta de los huevos, puede ser el interior de una cueva o una grieta en una rocosidad que se encuentre oculta para los depredadores y accesible para ella.
La colocación de los huevos se realiza en forma de ristra, y luego se adhieren al techo de la cueva o de la roca por uno de los extremos. La hembra pulpo va depositando los huevos de uno en uno, y conforme lo va a haciendo también los va regando con el esperma que conserva en su interior, completándose la última etapa de la fertilización. Este es un proceso que la hembra realiza de forma organizada y metódica, por lo que le toma tiempo fertilizar los miles de huevos que es capaz de poner.
El tiempo que demoran en eclosionar los huevos, la madre permanece junto a ellos. Los mantiene seguros, aireados y limpios. Ni siquiera los pierde de vista para alimentarse, aunque tenga cerca presas potenciales. Durante el período de incubación la hembra sufre un desgaste significativo, así que debe recurrir a todas sus reservas energéticas para no morir de inanición.
Nacimiento y cría del pulpo
Felizmente, las dedicas madres siempre llegan a ver eclosionar sus crías antes de morir. Los embriones rompen el cascarón cuando han completado su desarrollo y han consumido la mayoría del saco vitelino que tenían en el interior. A partir de este momento deberán aprender todo lo que necesitan para sobrevivir por su cuenta, haciendo uso de su poderoso instinto natural.
Al momento del nacimiento, los pequeños son bastante parecidos a sus progenitores y es que su desarrollo embrionario es muy completo. También crecen rápido, a una velocidad muy superior a la de otros animales de la fauna marina. Los primeros meses de vida las crías eligen una alimentación plantónica, pero luego son capaces de atrapar pequeñas presas en el fondo marino, hasta que se establecen definitivamente en las aguas profundas. Para atrapar algunos moluscos y crustáceos pequeños, los jóvenes pulpos mueven sus brazos creando una distracción que les permita atacar.
Los pulpos tienen una naturaleza muy tímida, así que no se muestran a menos que intenten cazar una presa o aparearse. La mayor parte del tiempo permanecen escondidos en cuevas o rocas marinas. A pesar de su vida solitaria los pulpos son animales invertebrados dotados de una gran inteligencia, que está determinada por el desarrollo que ha alcanzado su sistema nervioso (se encuentra una parte en el cerebro y el resto en los tentáculos).
Los pulpos, al igual que los calamares llegan al final de su vida luego de reproducirse. Esto es un patrón común en su ciclo vital reproductivo, además en el caso de las hembras influye la poca alimentación que reciben durante la incubación de los huevos. En el caso de los machos, el fallecimiento se da a las pocas semanas de haberse apareado.
Cantidad de crías del pulpo
Las hembras pueden poner miles de huevos en una única puesta (pueden llegar a 200 000).