Las arañas son animales comunes en casi todos los hogares, ya que se pueden encontrar los filamentos sedosos que producen en casi cualquier rincón, ventana o pared. A pesar de ser el séptimo grupo más numeroso del reino Animalia, muchas veces el mundo arácnido pasa desapercibido ante nuestros ojos, perdiéndonos todos los detalles de su maravilloso ciclo reproductivo. Conoce con nosotros de la gestación de las arañas, desde su cortejo y apareamiento, hasta el nacimiento de las crías.
Madurez sexual de las arañas
La anatomía de las arañas resulta muy singular, en su abdomen se encuentran órganos de diversa índole incluido el aparato genital. Las arañas de mayor envergadura alcanzan su madurez sexual y con ella la capacidad reproductiva, sobre los cuatro años de vida. Las especies más pequeñas tienen un ciclo vital más corto, por lo que también maduran antes por lo general.
Cortejo y apareamiento de las arañas
Las arañas hembras desprenden feromonas que utilizan como medio de transmisión de señales para enviarles mensajes químicos a los machos, cuando están listas para aparearse. Mediante su aroma los machos son capaces de determinar si una hembra está receptiva sexualmente y también sí es de su misma especie, un aspecto importante que no debe obviar.
El cortejo y la cópula de las arañas resulta sumamente curioso, sobre todo porque puede culminar con la muerte del macho a manos de la hembra (de aquí la reputación de la especie conocida como viuda negra). Los machos intentan ganarse el favor de una hembra receptiva a cualquier costa, pueden incluso traerle algunas presas envueltas en seda para que esta acepte copular con él. Muchas veces no son capaces de cazar alguna presa y le presentan solo la bolsa de seda sin nada en su interior, intentado de esta manera engañarlas para su propósito.
También como parte del cortejo pueden hacer vibrar la tela, o moverse armónicamente como si de una danza se tratase. ¡Todo lo que haga falta para apaciguar a la hembra y evitar ser devorado! El movimiento acompasado de los pedipalpos (son apéndices semejantes a unas manos que les sirven como órganos prensores y reproductivos) pueden lograr amansar a la hembra, pero lo cierto es que se desconoce qué factor influye realmente en su negatividad, muchos apareamientos terminan con la muerte del macho y otros no.
Lo cierto es que el ciclo vital de las arañas es muy complejo y varía de especie a especie. Dentro de otro de los fatídicos rituales de las arañas se encuentra que algunas hembras culminan su ciclo de vida luego de realizar la puesta.
Para fecundar a la hembra el macho casi siempre debe introducir la bolsa de esperma (llamada espermatóforo) en el aparato genital femenino, valiéndose para esto otra vez de los pedipalpos. Una vez que se ha producido la inseminación, el macho se retira cautelosamente. Pero no siempre la fecundación ocurre de la misma manera, algunas especies de araña no necesitan que los órganos copuladores entren en contacto. Puede ocurrir que el macho deje su esperma en la red de la hembra, y esta luego lo transfiera hasta sus huevos por sí sola.
Período de incubación de la araña
La araña puede pasar de 1 a 16 semanas incubando para ver eclosionar sus huevos, pero este factor dependerá de la especie en cuestión y que las condiciones ambientales sean propicias para el desarrollo de los huevos.
Incubación de la araña
Luego de gestar los huevos en su interior durante algunos días, la hembra realiza la puesta de los huevecillos, que al inicio tienen el aspecto de cápsulas gelatinosas por ser de un color blanquecino casi traslúcido. Algunas especies son especialmente susceptibles a fallecer luego del esfuerzo de la puesta, sobre todo si no han realizado alguna muda reciente.
Las arañas también hacen nidos para incubar sus huevos, estos son una especie de telaraña donde los depositan de forma segura. También pueden llevarlos sobre su espalda hasta la eclosión, o mantenerlos prendidos usando sus palpos y boca. Durante todo el tiempo de incubación las arañas incrementan sus niveles de agresividad exponencialmente, como madres dedicadas se les ve todo el tiempo protegiendo los huevos cerca de ellas.
Nacimiento y cría de la araña
Los recién nacidos son muy similares en aspecto a sus progenitores, solo que en una versión miniatura. Muchas crías perecen antes de lograr eclosionar, otras no sobreviven a los primeros días de vida, es por eso que la naturaleza dotó a las arañas de una tasa reproductiva bastante alta.
Casi inmediatamente después de haber nacido las crías de araña se alejan del lugar de nacimiento arrastradas por las corrientes de aire, debido a que son muy livianas y pequeñas (algunas especies no tiene más de 1mm al nacer). Este factor las ayuda a independizarse de forma temprana y a comenzar a tejer por su cuenta su propia red, pero también atenta contra las tasa de supervivencia de la especie.
Cantidad de crías de la araña
Los arácnidos suelen ser muy prolíferos, como evidencia de esto algunas especies de araña pueden llegar a depositar hasta 3000 huevecillos en cada puesta. Aunque lo usual es que tengan una descendencia un poco más discreta, como sucede en el caso de la araña domestica que pone 250 huevos cada vez