De lo que se conoce sobre la naturaleza de las focas, se entiende que son animales acuáticos pero que llevan a cabo sus ritos reproductivos y el cuidado de sus crías en el medio terrestre. La gestación de las hembras de estos estos mamíferos marinos es singular, ya que tienen la capacidad de acoger un óvulo fecundado sin que este se desarrolle, una característica común (que se conoce reproductivamente como implantación diferida) en mustélidos, canguros, murciélagos, el corzo y el oso polar. Conozcamos más entonces sobre las focas y cómo transcurre su gestación, comenzando por supuesto por el apareamiento.
Madurez sexual y apareamiento de la foca
El ciclo vital de la foca es muy variable para cada una de las especies y también para los distintos géneros sexuales. Es debido a esto que la madurez sexual puede llegar desde los 2 años de vida hasta los 7, dependiendo de si se trata de un macho o una hembra, y la especie a la que pertenecen.
Dentro de la familia de los fócidos predomina la poligamia, aunque hay especies que hacen la excepción y eligen parejas monógamas. Como ejemplo ilustrativo del vínculo sexual que se establece entre la mayoría de las especies de focas, tenemos al elefante marino, el cual forma comúnmente un harén de hembras gobernada por un macho dominante. Lo normal es que un macho se aparee con tantas hembras como le sea posible, incluso pueden dejar de alimentarse si no quieren correr el riesgo de que le quiten a una de ellas.
Los estudios científicos han demostrado que los antepasados de las focas tenían un hábitat esencialmente terrestre. Pero con miles de años de cambios evolutivos, estos mamíferos se han adaptado a una vida acuática, aunque siguen yendo a tierra firme para aparearse y dar a luz a sus crías.
Cuando llega la época de apareamiento, las hembras se congregan en la arena esperando a los machos disponibles para copular. Los machos comienzan la competición entre ellos para determinar cuáles son los dominantes y los que tienen por tanto el derecho a aparearse. No solo las hembras tienen una producción hormonal superior en este período, los machos también y esto es algo que se evidencia en la agresividad y tensión que muestran con sus congéneres masculinos.
La cópula en sí no es nada agradable para la hembra, ya que esta es sometida por el macho en el amplio sentido de la palabra. Este coloca todo el peso de su cuerpo sobre la hembra y la monta, mientras que también puede mordisquear su cuello. Algunos pocos pueden elegir una posición un poco más amable para copular con su compañera, pero la mayoría son violentos y rudos.
Una vez que se ha realizado la fertilización del óvulo(s) de la hembra en su interior, este puede permanecer en un estado de latencia conocida en términos reproductivos como implantación diferida. Mediante la implantación diferida, la hembra tiene la opción de postergar la gestación hasta que considere conveniente reanudar este proceso biológico.
Período de gestación de la foca
El período de gestación de las focas se sitúa entre los 9 y 11 meses, siendo solo un poco más larga que la del ser humano.
Nacimiento y cría de la foca
La gran mayoría de las especies de focas dan a luz en tierra firme y permanecen en este hábitat hasta que sus crías son lo suficientemente fuertes como para regresar al océano. Al momento de nacer las focas pueden tener un peso muy variable, en las especies pequeñas este oscila sobre los 4.5 kg y en las de mayor envergadura como los elefantes marino sobre los 35kg.
El pelaje de los recién nacidos suele ser también disímil, encontramos varias gamas de blanco, gris, marrón e incluso negro. A diferencia de los adultos, los pequeños tienen un pelaje denso con una textura muy suave y agradable al tacto. Luego de la primera muda irán sustituyendo este pelaje por la gruesa capa subcutánea que les aportará la protección térmica que necesitan para vivir en los mares de las regiones frías y templadas.
Las hembras son muy protectoras con sus crías, tienen un desarrollado instinto maternal que les permite cuidar y alimentar a sus cachorros de manera excepcional. Utilizan un mecanismo olfativo para reconocer a sus crías recién nacidas, y partir de este momento se crea un vínculo entre madre-hijos muy fuerte. Si por alguna razón no pueden realizar este reconocimiento al nacer, pueden que no sean capaces de identificar a los cachorros como suyos y los abandonen a su suerte. Los cachorros pueden morir de inanición si esto sucede, aunque se han documentado casos de madres que han adoptado a otros cachorros como suyos, si han sufrido la pérdida de alguno de los propios.
Como es característico de los mamíferos, las madres focas alimentan a sus crías con la leche que producen. Esta leche de foca es altamente nutritiva y rica en calorías, así que la madre puede alejarse de los cachorros para buscar alimentos durante algunos días sin que estos pasen hambre. La lactancia materna exclusiva se mantiene durante el primer mes de vida y la ganancia de peso de los pequeños resulta asombrosa (aproximadamente 50 libras en un mes). Alrededor del primer mes ya han desarrollado las capas de grasa de su cuerpo, entonces la madre los abandona y estos instintivamente se lanzan al mar en busca de comida.
Durante la niñez las focas aprenden una serie de llamadas y vocalizaciones que utilizarán durante toda su vida para comunicarse con su madre y el resto de la manada. La esperanza de vida de una foca es de hasta 50 años.
Cantidad de crías de la foca
La foca puede tener una o a lo sumo dos crías en cada parto. Los partos gemelares son poco comunes y como la lactancia para estos animales suele ser tan agotadora, la madre puede optar por alimentar a solo uno de los cachorros si quiere asegurar su supervivencia.